A día de hoy, sigo sin entender el EIR (Enfermero Interno Residente).
Vaya por delante que me duele decirlo y que yo sé lo que es el EIR de primerísima mano (me presenté por libre en el 2014 y saqué plaza, aunque renuncié finalmente).
Y quiero que se me entienda bien.
El planteamiento de la especialidad me fascina y me parece súper acertado. La especialización es el futuro aunque sé que muchos compañeros en esto no estarán de acuerdo conmigo, por aquello de la capacidad de movilidad entre servicios con la que contamos actualmente.
Pero, ¿es esto bueno? ¿Eso es lo que va a evitar que desaparezca nuestra maravillosa profesión?
Me temo que no. El mundo tiende a la super especialización, y es la clave para poder dar unos cuidados de calidad.
Ahora bien, ¿el EIR cumple este cometido?
Lo siento mucho, pero no. Actualmente, no.
El examen es una auténtica vergüenza y las opciones al terminar la residencia, más aún.
Un examen, a mi parecer, bastante absurdo. Con preguntas ridículas que, año tras año y si fueran honestos, impugnarían el 70% de las mismas.
¿Es un examen válido realmente? ¿Se valora realmente conocimientos útiles y con proyección a futuro?
Un examen largo, muy largo, cuya finalidad no es otra que la de cansar.
Un examen injusto, con preguntas fuera de contexto y de todo temario.
Lo siento mucho, pero me horroriza.
Cuando por fin superas el examen y, frente a unos 20.000 compañeros, consigues una de las apenas 900 plazas existentes para FORMACIÓN, llega la hora de valorar especialidad.
¿Dónde está la especialidad de médico-quirúgica? ¿Dónde están esas especialidades en las que la querían dividir: cuidados intensivos, urgencias y quirúrgica? Ya han pasado casi 10 años desde la implantación del plan Bolonia y, muchas, seguimos esperando para mejorar nuestros conocimientos en estas áreas que nos fascinan.
De verdad, qué absurdez. Muchas del resto de especializades que sí están reguladas me temo no sirven para mucho. Sin bolsas de empleo propias al convertirte en especialista, las posibilidades de mejora se reducen a poco.
Tenemos que aceptarlo y reconocer que muchos de nosotros hacemos el EIR por mejorar nuestra formación, pero sobre todo, por escapar dos años de esta situación desastrosa que vive el panorama laboral sanitario.
Hay mucho que mejorar. Muchísimo.
Yo, ahora mismo, no entiendo a las "cabezas pensantes" que están detrás de todo esto.
Por una especialidad REAL, completa y con salidas laborales.
#reconocimientoEIR = #reconocimientoENFERMERIA (que falta nos hace)